Si tu salón necesita un lavado de cara o quieres acabar con la simetría compuesta por sofás enfrentados, ha llegado una nueva tendencia decorativa hecha para ti. Aportará una dinámica muy atrevida a tu salón, incluso si estás buscando mantener el ambiente clásico.
Seguir la misma gama cromática
Aunque sea una elección más clásica, combinar sofás de colores de la misma gama cromática con diferentes intensidades es una forma fácil de acertar. Se pueden combinar dos tonos de azul, uno más fuerte y otro más claro, para conseguir un punto de elegancia que tu salón agradecerá. Podemos escoger tonos que contrasten, pero evitando llegar al extremo. Otra muy buena idea para estilizar tus sofás sería la combinación de diferentes texturas, ya que puede darle un toque personal a la decoración.
Apostar por las líneas paralelas
Para dotar de equilibrio a tu salón, elegir el mismo sofá con colores diferentes es una apuesta con victoria asegurada. Hay que buscar la armonía entre ellos e intentar que mantengan siempre una conexión, por ello entre los dos colores debe haber un contraste. Para potenciar esta sensación, el resto de elementos debe ser secundario, sin llamar demasiado la atención en cuanto a tonos y a diseños.
Los colores pastel
Si lo que buscas es un salón que transmita tranquilidad, dulzura y en el que te sientas a gusto, el tono pastel es la mejor opción. Moverte en la misma línea de tonos, con delicadeza y aprovechando al máximo la paz que transmiten estos colores, es lo que dará a tu salón personalidad y mucho carácter. Puede parecer que el resultado va a ser aburrido o demasiado cursi, pero estos tonos potenciados por la luz natural y por algún que otro retoque dorado harán que te enamores de tu nuevo salón.
El matrimonio perfecto entre marrones y grises
El gris es el neutro de moda, combina con todo y acaba con la hegemonía de blanco y negro. Apostar por esta combinación logra un toque dinámico y moderno que no resulta nada recargado para tu salón. Los tonos marrones potencian la sensación de armonía complementando de la mejor manera al color gris.
El contraste
Para ser llamativo y muy original con la decoración de tu salón, agrupar un sofá de un color triste o apagado con otro de tonos mucho más atrevidos es una propuesta muy interesante. Si quieres mantener el equilibrio y que ninguno de ellos acapare toda la atención de tus visitantes, lo correcto es elegir el color más estridente para el sofá más pequeño y optar por un neutro apagado para la versión más grande, el blanco roto podría ser un ejemplo. Para que esta tendencia de decoración sea totalmente efectiva, es importante que el resto de los elementos de tu salón no sea muy recargada. Además, recomendamos que no se ponga en práctica en salones pequeños, puede resultar agobiante.
Lisos y estampados
Es muy común pensar que a la hora de elegir un sofá el modelo más liso va a ligar más con cualquiera de los elementos del salón. Sin embargo, es muy original para una nueva decoración jugar con telas estampadas. Las proporciones se equilibran con tapicerías clásicas como la de cuadros, tan efectiva como atemporal. Es importante también escoger tonos no excesivamente llamativos para la parte lisa de la ecuación, aunque si quieres innovar y experimentar con la decoración, puedes elegir algún tono más estridente.
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