En nuestros años trabajando en proyectos de decoración y diseño de interiores, nos hemos encontrado con un reto recurrente: cómo integrar la televisión en el salón sin que rompa la armonía del espacio. La pantalla es práctica, pero no siempre estética. Y cuando la intención es que la estancia respire elegancia y estilo, conviene buscar soluciones que permitan ocultarla de forma ingeniosa. En Muebles Vivarea te proponemos cuatro ideas que no solo resuelven este dilema, sino que también suman valor estético y funcional a la estancia.
No se trata de esconderla porque sea “fea”, sino de darle un lugar estratégico para que no se convierta en el centro absoluto de la habitación. Al final, un buen diseño no solo responde a criterios estéticos, sino también a cómo se vive el espacio en el día a día. Con un poco de planificación, la televisión puede convivir perfectamente con un ambiente cuidado.
Vamos a ver opciones prácticas y visualmente atractivas para que tu salón luzca impecable sin renunciar a la comodidad de tener una buena pantalla a mano.
Puerta corredera de palillería
La puerta corredera de palillería es una solución que aúna elegancia y funcionalidad. Este tipo de estructura, con listones verticales de madera o lacados, añade textura y profundidad a la decoración del salón. Cuando está cerrada, oculta la televisión por completo; cuando se abre, la revela sin ocupar espacio adicional gracias a su sistema corredero. Es ideal para salones con un estilo contemporáneo o nórdico, donde la calidez de la madera se convierte en protagonista.
Además, el diseño de palillería permite jugar con transparencias y dejar pasar la luz si se coloca delante de una ventana o una pared clara. Esto evita que la zona se vea demasiado pesada y mantiene una sensación de amplitud. Recomendamos escoger un tono de madera que dialogue con el resto del mobiliario para que la integración sea total.
Este recurso es perfecto si buscas un elemento de diseño que, por sí mismo, sea un punto focal en el salón. Al abrir y cerrar la puerta, no solo cambias la funcionalidad del espacio, sino también su estética, lo que añade dinamismo a la estancia.
Integrada junto a la chimenea
Combinar la televisión con la chimenea es una estrategia muy efectiva para concentrar los elementos principales en un mismo plano visual. Cuando ambas se integran de forma equilibrada, el salón gana en simetría y coherencia. Aquí es clave que el diseño respete las proporciones y materiales de la chimenea, evitando que uno eclipse al otro.
En proyectos con chimenea de obra o revestida en piedra, optamos por marcos y paneles que integran la pantalla como si fuera parte del conjunto. El resultado es un frente de decoración sofisticado y funcional, donde el calor del fuego y la imagen de la pantalla conviven sin estridencias. Esta solución es ideal para quienes disfrutan de reuniones familiares o tardes de cine en casa.
Si quieres un resultado más minimalista, puedes optar por una chimenea eléctrica con marco a medida que incorpore un hueco específico para la televisión. Así, todo queda perfectamente alineado y sin cables a la vista, lo que siempre eleva el nivel del diseño interior.
Dentro de un armario a medida
Un armario a medida es probablemente la opción más versátil para ocultar la televisión en el salón. Permite personalizar completamente la distribución interior, incorporando baldas para dispositivos, cajones para accesorios e incluso iluminación LED para crear ambiente cuando se abre. Con las puertas cerradas, la estancia luce ordenada y libre de distracciones visuales.
La ventaja de esta solución es que se adapta a cualquier estilo de decoración. Desde un diseño clásico con molduras y tiradores de latón hasta una propuesta minimalista en laca mate sin tiradores, el armario puede convertirse en un mueble protagonista sin que nadie imagine que dentro se esconde la pantalla.
En espacios pequeños, recomiendo optar por puertas plegables o correderas para no invadir la zona de paso. Y si quieres un plus de practicidad, puedes incorporar un sistema de elevación motorizado para que la televisión aparezca y desaparezca con solo pulsar un botón.
Camuflada como un cuadro
Ocultar la televisión transformándola en un cuadro es una de mis ideas favoritas, sobre todo para salones con un fuerte enfoque estético. Hoy en día existen modelos de televisores que, en modo reposo, muestran obras de arte o fotografías, imitando el aspecto de una lámina enmarcada. También puedes instalar un marco a medida y programar la pantalla para que proyecte la imagen que más te guste.
Este recurso no solo integra la televisión en la decoración, sino que la convierte en un elemento cambiante y personalizable. Un día puedes mostrar una pintura clásica y, al siguiente, una fotografía en blanco y negro, adaptando el ambiente según la ocasión o la temporada.
Para lograr un camuflaje perfecto, es fundamental que el marco y las proporciones estén en sintonía con el resto del diseño del salón. Incluso puedes colgarla junto a otras piezas de arte para crear una galería mural, haciendo que la televisión pase completamente desapercibida hasta que decides encenderla.