El estilo hygge se basa en el bienestar de las personas a través de la creación de un entorno sencillo y que transmita paz y tranquilidad. La búsqueda de la felicidad es el principal fin de esta decoración que, a través de los pequeños detalles, trata de crear un ambiente que favorezca la calma disfrutando de las pequeñas cosas de la vida, y qué mejor manera que estando a gusto en tu hogar.
El término ‘hygge’ (pronunciado hu-ga) viene del danés y sirve para expresar un concepto tan deseado como lo que sentimos cuando nos encontramos frente a una chimenea en pleno invierno con un tazón de chocolate caliente y una manta muy amorosa, en definitiva, disfrutar de las cosas más sencillas, los placeres cotidianos. Podríamos traducir esta palabra como acogedor o confortable, que es precisamente lo que se pretende conseguir con este tipo de decoración y, por ello, ha supuesto una revolución en el mundo del interiorismo.
No es de extrañar que los daneses sean, según la ONU, la sociedad más feliz del mundo y que este estilo decorativo se esté copiando en todo el mundo. Según Pinterest, este estilo se ha convertido en “la sensación del momento”. Para conseguirlo, tenemos que tener claro que, a través de la decoración de nuestro hogar, las preocupaciones han de quedar al otro lado de la puerta. Para ello, aquí os dejamos las claves que harán de tu hogar un sitio mucho más hygge.
Confort como clave principal
Si este estilo prioriza a las personas por encima de cualquier otro aspecto, la comodidad de las mismas es uno de los pilares de esta decoración. A la hora de elegir qué muebles incluir, hay que pensar cómo podemos hacer para sentirnos a gusto y relajados en nuestra casa, pero no solo nosotros, también nuestra familia y amigos. Esto se consigue dejando el diseño a un lado y optando por muebles que aporten calidez y bienestar. Algunos ejemplos son los muebles de madera, las alfombras de algodón, lana y lino, cojines de pelo, mantas de lana mullida, sofás tapizados en piel, etc.
Sencillez de colores y ambientes
La idea principal es crear un espacio tranquilo y sereno. Para ello, se recurre a decoraciones monocromáticas, una tendencia muy danesa, en las que priman el color blanco y toda la gama de tonalidades neutras, como los marrones, beige o grises, o los tonos pastel. Además, la simplicidad característica de esta tendencia hace que se prescindan de elementos que recarguen en exceso la habitación, de forma que se consigue una sensación de amplitud y nos ayuda a conseguir el relax y el descanso en cualquier espacio de nuestro hogar.
La importancia de los pequeños detalles
Los objetos que nos evocan buenos momentos en nuestra memoria, nos inspiran y nos hacen sentir bien son parte esencial en esta decoración. Una forma de conseguirlo es reciclar y dar un nuevo uso a elementos antiguos, pertenecientes a un ser querido. Las fotografías, los cuadros procedentes de nuestros viajes o los dibujos regalados también son elementos que podemos incluir para conseguir este efecto.
La madera como elemento principal
Los ambientes naturales nos hacen sentirnos relajados y aportan calidez a nuestra decoración. Sentirnos en consonancia con la naturaleza ayuda a conseguir ese estilo acogedor que pretendemos. Para ello, la madera será nuestro mejor aliado. Los suelos, las mesas o mesitas hechas con troncos, las sillas… en definitiva, la madera en cualquiera de sus formas. Aunque no solo este elemento nos ayuda a conseguir un ambiente ecofriendly, la lana, el lino, la piel o el algodón en mantas, alfombras o cojines también.
Utiliza luz natural
Los países nórdicos disponen de escasas horas de luz natural, por ello, tratan de aprovecharlas al máximo. Los amplios ventanales con cortinas con materiales translúcidos muy finos o directamente sin cortinas les permiten disfrutar de la luz incluso en los días más oscuros del invierno.
Velas y chimeneas
La chimenea es imprescindible a la hora de aportar calor y crear un ambiente acogedor en cualquier hogar, pero no todas las viviendas cuentan con una en el salón. Las velas son una alternativa buenísima con la que disfrutar del ambiente más hygge. De hecho, según el informe realizado por el Instituto de la Felicidad en Copenhague, se ha sabido que cada danés consume unos 6 kilos de cera de vela al año. Esto se debe a que el brillo cálido de una vela no se puede reemplazar por iluminación artificial, además, crean una atmósfera muy acogedora, íntima y relajante.
Aprender a estar solo
Para poder crear un entorno de bienestar, es necesario encontrarse bien con uno mismo. Para ello, debemos dedicarnos tiempo a nosotros mismos y eso hay que tenerlo presente a la hora de decorar nuestra casa. Una de las máximas del hygge es que cada hogar debe contar con un espacio pequeño y acogedor al que poder retirarse, preferiblemente al lado de una ventana con vistas al exterior, y relajarse leyendo un buen libro o tomando alguna bebida caliente. Aunque otra opción muy recomendable es tomar un buen baño relajante. En definitiva, disfrutar de los pequeños detalles que más nos gustan y que nos hacen sentir a gusto y relajados durante unas horas.
Rodéate de tu gente
La familia y los amigos son una parte muy importante de nuestra vida, no hay que olvidarse de ellos. Por ello, nuestra casa tiene que estar preparada para recibir este tipo de visitas y crear un clima adecuado para las reuniones. Si no puedes llevar a cabo estas mejoras «Hygge» en tu hogar, siempre puedes reformar tu casa de manera económica y sencilla. Una mesa decorada con flores frescas, luz tenue, un cómodo y amplio sofá, música de fondo… cualquier elemento que facilite un ambiente cómodo y donde todo os encontréis en armonía.
Y es que al final, TODO el mundo y no sólo los daneses, lo que buscamos a la hora de decorar nuestro hogar, es poder estar lo más a gusto posible en él, ¿O no es así?
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